Yo me arruiné por montar una empresa.

Importante: Lee esto antes de montar tu propia empresa.

Hace un tiempo escribí un artículo titulado: “Yo me arruiné siendo diseñador gráfico”. Hoy le toca el turno a otro punto de vista no tan específico. Vamos a ver que puede hacer que la idea de crear un negocio te lleve a la ruina.

Normalmente creamos nuestra propia empresa por alguna de estas razones:

  1. Preferimos cumplir nuestros propios sueños antes que ayudar a otros a cumplir los suyos.
  2. Los sueldos que nos pagan no llegan a cubrir nuestras necesidades
  3. Los horarios que nos imponen en otros trabajos no nos dejan tiempo para vivir.
  4. Tenemos una vocación y queremos vivir de ella.
  5. Hemos visto una oportunidad de negocio y no la queremos dejar escapar.
  6. No encontramos trabajo y no nos queda otra que trabajar por cuenta propia.
  7. Hemos cobrado una herencia, nos ha tocado la lotería y queremos invertir en nosotros mismos.

De todos estos casos que expongo, el último es un poco más complicado, el resto, si que puede representar a la mayoría de los que algún día decidimos emprender.

Qué pasos debemos de seguir antes de crear una empresa.

Estudio de Mercado.

Algo muy importante que debemos hacer si no queremos acabar en la misma ruina por culpa de fallar con nuestro negocio es sacar números de forma realista.

Ese concepto que tantas veces hemos escuchado pero que no le hemos prestado demasiada atención, es la clave. Y ¿qué quiere decir este concepto? Un estudio de mercado analiza el encaje de tu proyecto en el entorno donde lo quieres implantar. Te dará respuesta a muchas preguntas fundamentales pero sobre todo a una muy importante: “¿Cubre mi proyecto alguna necesidad? Si la respuesta es “No” replantéate el proyecto. Si la pregunta es “Si” puedes pasar al siguiente punto.

Financiación.

En la mayoría de los casos, intentamos crear una empresa partiendo de cero, es decir, sin dinero. Para poder convertir en realidad esta ilusión desde una situación tan compleja contamos con las siguientes opciones:

  1. Pedir un crédito a un banco: Parece que últimamente esto está comenzando a ser una opción de nuevo, aunque aún es bastante difícil conseguirlo. Normalmente, los bancos prestan dinero a quien tiene dinero, así que si no lo tienes, te pedirán que busques a alguien que lo tenga y que te avale. Si no lo consigues, será complicado que te lo den.
  2. Buscar un inversor o socio capitalista: Me resulta gracioso ver en televisión un sinfín de programas que animan a la gente a emprender. En estos tiempos en que vivimos, las incubadoras empresariales surgen debajo de las piedras, y es que, que mejor forma de acabar con el paro que convenciendo a los muchachos a que se unan al grupo de los amantes del autoempleo. Casualmente, todos los que podemos encontrar a miles por ahí acaban del mismo modo: haciendo una exposición de 3 minutos ante estos nuevos “dioses” que nos mirarán con cara de aburridos ya que les tienen todo el día como espectadores en este tipo de espectáculos. Dejémonos de divinizar a nadie. En la mayoría de los casos, los inversores solo invierten sobre seguro, y es algo lógico, por lo tanto, invertirán en esos proyectos que ya están al 99%. No son una opción para los que partimos de cero.
  3. Autofinanciación: Bienvenidos al mundo real. Este será vuestro verdadero socio capitalista, vuestro mejor banco, vuestra realidad, vosotros mismos. Intentar ir poco a poco, guardando algo de dinero y ahorrando lo que podáis. El resto, os puedo asegurar, son cuentos chinos que acabarán haciendo fracasar vuestros sueños.

 

Gestión de vuestro negocio.

Pongámonos el caso de que hemos logrado llegar vivos hasta este punto. Ya tenemos nuestro proyecto en marcha, hemos conseguido por nosotros mismos ahorrar algo de dinero y hemos podido invertir en el material necesario para desarrollar nuestra idea. Ahora tenemos que saber gestionar nuestros recursos.

Los Clientes: No se trata de tener muchos clientes, se trata de tener los necesarios. Ten en cuenta que muchas veces podrás aplicar esta sencilla fórmula:

  • 1 cliente = 1 problema
  • 2 clientes = 2 problemas
  • 100 clientes = 100 problemas…

Los encargos: No se trata de conseguir que nos pidan mucho, se trata de encontrar un equilibrio entre lo que nos encargan y lo que podemos producir. Podemos fracasar completamente por el exceso de encargos si no cumplimos con ellos.

Trabajadores: No te pongas a contratar como loco en cuanto tengas un poco de lio y te veas con algo de liquidez. Después de las vacas gordas suelen venir las flacas y si tienes gente a tu cargo en estos momentos malos, puede ser motivo de ruina del tu negocio. La mejor opción, contratar freelances por servicios concretos.

Como podéis ver, hay muchos motivos que pueden hacer que os arruinéis si montáis vuestra empresa y no los tenéis en cuenta. Este artículo es un pequeño ejemplo de todas esas cosas importante que no puedes olvidar si quieres llegar a ser tu propio jefe.

Espero que este artículo te ayude a dar ese paso tan importante asegurando el paso siguiente, y sobre todo que no ten engañen vendiéndote irrealidades.

Recordar que lo más importante en esta vida es ser feliz. Ser feliz con lo que haces y ser feliz por como lo haces. No lo olvidéis nunca. Esto es lo más importante que he dicho en toda mi vida…

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