Ya lo dijo Hermann Hesse en “Demian”, hay personas, situaciones, momentos, que pueden cambiar la dirección de tu camino, y esto es, precisamente, lo que acabo de vivir estos días. Sé que este no es un blog de Artes Marciales pero este post puede aportar grandes reflexiones aplicables al resto de nuestra vida…
Una semana con Sensei Salvador Chaves.
Antes de que llegara, yo ya estaba seguro de que no se trataría de un encuentro al uso. Tenía el presentimiento de que sería una persona de las que marcan, y así ha sido. Nos esperaba un intenso curso de Aikido, una sesión de fotos y la grabación de un video para la promoción de un Curso Internacional que estamos preparando para diciembre.
Llegamos al Dojo y allí estaba Sensei Salvador Chaves y su guerrera, compañera, y mujer: Monserrat Martínez.
Una persona cálida, cercana y si os digo la verdad, portadora de esa mirada que esconde sabiduría, donde puedes encontrar respuestas a esas preguntas que aún desconoces.
La primera clase fue excepcional. Más que física fue, para mí, emocional. Como si fuera un alumno del Gran Sócrates. Sentados en círculo alrededor del Sensei y escuchando el porqué de las cosas. Descubriendo que en un mundo maravilloso, en un universo equilibrado, el ser humano puede llegar a sembrar el caos en momentos concretos. Y para eso está el Aikido, para convencer, para volver a instaurar el orden universal, en oposición a ese caos temporal.
La vida es un camino que todos vamos a recorrer, por lo tanto tenemos que pararnos a estudiar nuestra ruta, mirar nuestras opciones y escoger un destino.
Conócete a ti mismo y entenderás mejor todo lo que te rodea.
Todo parte de uno mismo, de una actitud, de un planteamiento, y las consecuencias no son culpa de nadie sino de nosotros mismos, ya sean estas más o menos acertadas. Por esta razón tenemos que descubrir quién somos realmente y olvidarnos de culpar a los demás de nuestros fallos.
Esta enseñanza fue realmente intensa para mí ya que me hizo reflexionar. Muchas veces planteo las cosas sin tener en cuenta que yo formaré parte de ellas, y luego no salen como esperaba.
Sé que estas palabras son bastante ambiguas pero es importante que cada uno las reflexione y saque sus propias conclusiones.
La Naturaleza, divinidad al alcance de todos nosotros.
No hay templo comparable a una puesta de Sol. No hay una paleta de colores más inteligente y bien estructurada que la de la propia naturaleza. Muchas veces buscamos la inspiración en el trabajo de otros cuando el origen de la belleza está en la naturaleza que nos rodea.
Cuando necesitéis inspiración, ya sea para afrontar un trabajo o para superar una prueba personal que la vida puso en vuestro camino, buscad en vuestro entorno, alimentaos de él, llenaos de rayos de sol, mojad vuestros pies en el agua de un rio, del mar, respirad el aire de la montaña…
La rutina de nuestra vida nos aleja de nosotros mismos. Buscad un momento para dedicarle a vuestra introspección. Para entender el porqué de lo que os rodea, para sentiros vivos. Buscad un momento para desconectar de vuestras obligaciones, para relajaros, para respirar…
Entender este ejercicio como la mejor inversión para vuestro progreso. La inspiración renacerá, muy fortalecida, vuestra mente recibirá una dosis de vitalidad y vuestro espíritu os ayudará a saber más sobre vosotros mismos.
Esto es Aikido…
Quiero desde aquí agradecer a Sensei Salvador Chaves y a Monsterrat Martínez el habernos permitido compartir con ellos esta maravillosa semana y, sobre todo, el habernos ayudado a descubrir que dentro de nosotros hay algo muy grande que está deseando conocernos.
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